Pullaro asume la Gobernación con Milei como presidente y acuerdan el tener “un Estado más chico” y “reducir el gasto”. La promesa de recortar la política y el efecto boomerang. La poda sobre una planta seca.
Cuatro días después de cumplir 49 años, Maximiliano Pullaro asumirá la Gobernación de Santa Fe con un inédito apoyo electoral y mayoría parlamentaria en ambas cámaras, lo que le allanará el camino político para, por ejemplo, avanzar sobre la salida de cinco de los seis miembros de la Corte Suprema de Justicia provincial que superan los 75 años. En los días previos a su asunción, dejó en claro que bancará al presidente electo Javier Milei, al cual votó en el balotaje tras los traspiés de Horacio Rodríguez Larreta en las primarias de Juntos por el Cambio (JxC) y de Patricia Bullrich en las generales, pero sin abrazarse al león domado por Mauricio Macri. Dijo que brindará “acompañamiento institucional” a la nueva gestión nacional pero que JxC “no tiene que co-gobernar”, porque los resultados de los comicios lo ubicaron en otro lugar. El tercer lugar, más precisamente. Ya adelantó, también, que ve con buenos ojos que las obras públicas se transformen en programas de Participación Público Privada (PPP), un esquema de mercado que financia aquellas tareas de infraestructura que permiten una recuperación de la inversión más rentabilidad. En el complejo agroportuario más importante de Latinoamérica, ubicado en el Gran Rosario, podría tener algún viso de factibilidad. Una escuela en Los Amores, en cambio, parece menos rentable para el sector privado.
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Pullaro gobernará en lo que –parece– será una versión remasterizada del menemismo, políticas que combatió en sus años jóvenes de militancia en la Franja Morada. Dotado de dosis nada desdeñables de audacia y pragmatismo, está dispuesto a acompañar el ajuste ortodoxo de La Libertad Avanza (LLL).
En una entrevista con La Nación + de esta semana, señaló: “Milei dice una cosa: un Estado eficiente, un Estado más chico, reducir el gasto, y todos coincidimos”.
El wing derecho del canal, Jonatan Viale, repuso: “Todos no, ¿eh?”.
—Lo tenemos que hacer, si no nuestro país no arranca.
A pesar de los vaivenes entre los dichos del “motosierra” Milei de la campaña para las Paso, sus contradicciones durante el tiempo hasta las generales y el Milei edulcorado por Macri del balotaje, el “libertario” tenía aún un rostro más para exhibir, como una Fátima Florez de la política: el que muestra ahora como presidente electo.
Es el que está loteando parte del gabinete para hombres y mujeres del macrismo, freezando la dolarización, postergando el cierre del Banco Central de la República Argentina (BCRA), dejando la “billetera abierta” para las principales víctimas de las políticas que desea implementar que, según sus palabras de esta semana, llevarán en el mediano plazo a la estanflación. Que, sintéticamente, es estancamiento de la actividad económica (menos consumo, menos producción, más desempleo y caída del poder adquisitivo) con alta inflación.
La complejidad de la aplicación del ajuste ortodoxo que planean Milei y Macri, en esta oportunidad aparentemente sin gradualismo y mediante un esquema de shock, radica en la realidad sobre la que se proponen extender el experimento: alta inflación, bajo desempleo, siete años consecutivos de pérdida del poder adquisitivo del salario, amplia informalidad laboral y de la actividad económica, altos índices de pobreza estadística medida por ingresos, enorme deuda pública en dólares y en pesos, desbarajustes macroeconómicos, déficit fiscal, escasez de dólares.
Puede pronosticarse –con el consiguiente riesgo de equivocación– que al menos una parte de quienes brindaron su apoyo electoral a Milei sostendrán esa confianza por algún tiempo, a pesar incluso del dolor prometido. Cuánto tiempo es una variable nada menor.
Pero, a la vez, la depilación a la que fue sometida el León de la campaña electoral puede enconar a los más extremistas.
Un ejemplo pequeño, pero no por eso menos destacable. El 25 de noviembre, el gobernador electo Pullaro hizo un posteo en la red social X, antes conocida como Twitter. “Hoy estuvimos reunidos con parte de mi gabinete, intendentes y presidentes comunales electos para analizar la difícil situación financiera que vamos a recibir en nuestra provincia. Desde el 10 de diciembre llevaremos adelante una administración eficiente de todos nuestros recursos y mejorando integralmente áreas como Seguridad, Salud y Educación”, sostuvo el radical, y acompañó ese texto con dos fotografías. Una lo muestra al centro de una hilera –como si fuera una barrera de un tiro libre– con otros dirigentes de Unidos para Cambiar Santa Fe, la alianza que lo llevó al gobierno. La segunda permite ver una extensa mesa que forma un rectángulo, con los invitados al encuentro.
Fuente : redaccionrosario.com